jueves, 27 de noviembre de 2008

Ausente



Estos meses he estado ausente, desconectado de este mundo que nos conecta a muchos a través de una pantalla y nos permite transmitir emociones que muchos reprimimos a lo largo del día, por el trabajo, obligaciones, aficiones, amigos, familia... y un largo etcétera que son los dueños de una indeseable ansiedad que se apodera de nuestra mente en tantos momentos que se encierran en nuestro pequeño y olvidado corazón. Aquel que late para darle vida a nuestro cuerpo a nuestra mente, a ese Alma que aunque invisible parece, en mi interior se mueve.

Sigo mi camino igual que ayer, con pendientes ascendentes y también descendentes, sigo en la misma dirección, al lugar de los sueños...