jueves, 8 de abril de 2010

Yo, ellos...


Hoy me doy el permiso de escribir algo distinto, salir de lo convencional en mi estilo y dejarme sorprender por algo que me ha llevado a una reflexión en una conversación que mantuve con mi hermano mayor, y me derivó a hablar de algo de lo que los seres humanos pecamos constantemente...


Por ello está titulado como "Yo, ellos", el tema es el de no actuar sin recibir, cuando uno espera en la vida, mejor que se quede sentado...


Ya sea por orgullo o egoísmo, o ambos unidos, tendemos a reprimir impulsos de amor que acaban infectados por la ira de una mente confusa que diseña nuestro ego para sentirse libre, libre de amar sin que sea recíproco. Al ego no le agrada sentirse dañado, humillado...necesita estar por encima de todo, solo, ante el peligro de ser juzgado.


Buscará artimañas para defenderse de quien ose aplastar una imagen perfecta sobre si mismo, y en esa lucha mente-ego, ego-mente se desvanece la acción de amar y la energía se transforma en represión... la única cosa que nos separa de los animales!


Intransitable y complejo para el ser que ante todo, en esta vida de prisas y encuentros con unos y con otros, estamos hechos para relacionarnos, para compartir, para darnos amor, respetarnos y llevar una vida plena, en la medida de lo posible, sin hacer daño a los demás pero sobre todo a uno mismo.