domingo, 25 de octubre de 2009

En otra dimensión

Me senté en la escalera, salí a respirar un poco de aire, el humo y el bullicio de todos hablando en la casa me estaba agobiando, por eso decidí salir a fuera. Me quedé observando el cielo, el jardín, los arboles, me entretuve siguiéndole los paso que iba dando una pequeña hormiga negra que llevaba a cuestas un resto minúsculo de comida, estoy seguro de que era una patata frita.

La perdí de vista, adentrado ya en mis pensamientos, fue curioso como observando a aquella hormiga dirigirse no sé a donde, quizás a su guarida, o quizás andaba tan perdida como yo buscando un lugar donde aquietar mi mente, cuando me acorde de que había olvidado mi máquina de fotos en la habitación. Subí a buscarla y cuando bajé busqué a la hormiga pensando que seguiría en la misma piedra para hacerle una foto, pero ya no estaba, así que empecé a caminar y me encontré con una planta muy curiosa, le hice un par de fotos, era exótica, nunca había visto una similar, tenía las hojas muy gruesas y de un verde intenso, el tallo era bastante ancho y terminaba en forma de pico, la flor era roja.

Llegué a la piscina y vi unas tumbonas, no lo pensé, sin más fui a descansar un rato y me estiré...
Pero no podía relajarme, aunque el ambiente era ideal, estaba rodeado de moscas, no dejaban de posarse sobre mi, con ese sonido tan molesto que solo ellas saben hacer... A esas que espantaba a las moscas y se cerraban mis ojos intentando hacer la siesta, me llamaron al móvil, aunque quisiera descansar estaba claro que no iba a poder ser!

Cuándo cogí el teléfono para saber quien me estaba llamando, vi como la pantalla del móvil estaba llena de hormigas y mi reacción fue tirarlo al suelo!

Me levanté, y me rasqué fuerte la cabeza porque me picaba, cuándo me mire las manos las tenía llenas de hormigas, todo mi cuerpo se había cubierto de hormigas, empecé a sacudirme y no se me ocurrió otra que tirarme a la piscina, me sumergí y volví a la superficie, abrí los ojos y empecé a nadar pero pude observar que estaba nadando en mitad del mar...


Continuará...

viernes, 16 de octubre de 2009

Dar y recibir

En la eternidad del tiempo reside la luz, aquella que tú buscas y no encuentras, que persigues y no alcanzas por que jamás se te ocurrió mirar dentro de ti...

Y me atreví a entrar en este lugar tan mío, donde reside mi otro yo, mi "ego", esa cotorra que siempre te dice lo que está bien y está mal, quien juzga cada paso que quiero dar y no doy por miedo a...(transformarme). Y para soltarlo entendí que debía dejar que siguiera molestandome...

Hoy escuchas voces que hablan de algo, algo que te suena haber oído en alguna parte pero no recuerdas dónde, no importa... escuchas y en silencio observas y te permites entrar en ese lugar.

Visualizas emociones con la acción de "amar", de amarte; dejando que tus pensamientos se vacíen y sea el amor quien guíe este momento, lleno de luz habita la paz en tu interior y en un suspiro despides la tensión del día.

Reflexionas, te sientes en calma, y una visión te queda muy clara de todo esto...Para recibir algo, hay que dar...


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Esto fue algo que sentí en un ejercicio de un curso de Milagros al que estoy acudiendo cada Jueves, gracias Lore por avisarme y también poder acompañarte a estas charlas!! ;)

miércoles, 14 de octubre de 2009

Fantasía y Realidad...

Me tomé un par de copas, una de orgullo, otra de celos...me dejé llevar por la música de fondo y me atrapó la conciencia, la buena y la mala...Embriagado de mentiras y de verdades como puños me abofeteé la cara y un par de lágrimas cayeron lentamente sobre mi rostro reflejando la imagen perfecta para escribir un relato como este.

Me arrodillé y grité tan fuerte su nombre que mi voz revotó por todas las esquinas de aquella sala buscándola, pero fue mi alma quien la encontró, atrapada en el pasado, acariciando los recuerdos de un ayer que ya murió en mi corazón...

Me levanté y pedí otra copa más, bien cargada de amor y con mucho hielo. De un tragó me la bebí, cayó por mi garganta sanando las heridas, cicatrizando cada lamento y transformando cada error en una lección.

Y cuando ya no quedaron palabras que llenaran de ficción este relato, aquí desposé a mi yo interno, entre sueños que hablan de amor, desnudando a mi conciencia en lo mas íntimo de mi ser, para retar a la fantasía y a la realidad...

jueves, 1 de octubre de 2009

El tren de los sueños (capítulo 10)

Me levanté del suelo y le dí un fuerte abrazo a mi perro, le dí un beso y mirándole dije:

-Jacky te quiero, pero sé que esto no es real, tu no estás aquí...

En ese instante una luz iluminó todo aquel vagón en el que me encontraba y mi perro se esfumó en la oscuridad...Me levanté del suelo y la gente que iba sentada en el metro me miraban, un hombre hizo el gesto de levantarse para ayudarme, pero le di las gracias y me incorporé solo hasta ponerme en pie, pero un bajón de tensión me acompañó a caer nuevamente al suelo.




Abrí los ojos y aparecí en la cama de mi habitación...era de noche, tenía la sensación de haber pasado meses durmiendo, me quedé sentado en la cama y reflexioné pensando en todo lo que pesaba en mi cabeza, todo ese ruido que asomaba detrás de mis pensamientos. Sueños que me han perseguido, un tren que nunca llegaba a su destino...Me dirigí al baño y delante del espejo me miré, comprendí que todo era tan surrealista como verse más allá de una imagen que proyecta tu mente. Frente a mi otro yo que encerrado en mi reflejo me observaba, me escuché y en silencio por fin entendí que los sueños eran un pasaje más en el camino, la búsqueda...

Por ello, sin saber bien por qué, atraído por la inercia de la naturaleza, volví a mi cama, cerré los ojos, y busqué ese tren...

El tren de los sueños (capítulo 9)

Duerme, acuestate y deja que tu mente vuele, sueña y vuelve cuando el miedo cese en tu interior, disfruta del viaje y cuándo regreses no te olvides de contarme todo lo que viste.

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Eso mismo me dijo alguien al oído aunque no sé quien, el vagón estaba lleno de gente y no reconocía a nadie, esta vez no tenía ganas de preguntas, me estiré de nuevo y simplemente hice aquello que sentí en algún lugar, y volé...

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Próxima estación, Vilapicina! , me quedaban 3 paradas y lo único que me preocupaba era no llegar tarde otra vez, así que sólo rezaba por que no se quedará parado en el túnel cinco minutos igual que ayer...

Pero parece ser que alguien me leyó la mente y allí ancló el freno...en la oscuridad se quedó parado el metro, se apagaron las luces del vagón y el murmullo de la gente se desvaneció de repente.

Noté algo biscoso en mi mano, pero no sé el que, estaba a oscuras y había mucha gente, se erizó mi piel con esa sensación...Era miedo? Placer? Morbo? Incertidumbre...

... Alguien me empujó con tanta fuerza que caí al suelo, no podía moverme y de nuevo sentí esa cosa biscosa esta vez en mi rostro, no veía nada, pero la mano me alcanzaba al bolsillo de mi pantalon con lo que me acorde de sacar mi móvil para alumbrar y salir de dudas.Ya lo tenía en mis manos, lo desbloquee a ciegas y se alumbró la pantalla, lo giré acercándolo frente a mi, tenía que ser un animal porque su cara no era la de una persona, pero de pronto se acercó más a mi y a la luz y sin duda alguna era mi perro que me estaba lamiendo!

-Tú que haces aqui?





Continuará...