miércoles, 28 de septiembre de 2011

"Un mundo que se nos va de las manos..."


Hemos inventado un mundo que se nos va de las manos... Normas, leyes, verdad, mentira, bueno, malo... Ni lo dual se escapa de nuestra conciencia, para advertirnos, para conectarnos con lo esencial de la vida. Aún y así, debemos cerrar los ojos y mirar con el corazón para encontrar respuestas sensatas, para no ahogarnos en el lamento de mirar hacia un futuro incierto o de un pasado que jamás alcanzará a este presente. Hemos olvidado ya que el "ahora", el momento presente, es el mayor regalo que nos da la vida, y que en él fluimos con el todo y somos uno. Hace falta mirar al cielo una noche de verano, para ver iluminadas las estrellas y sentir que el universo no es tan solo un decorado más de nuestro planeta.

La vida no es más que un ir y venir, un aquí y ahora, un momento único que jamás volverá a repetirse. Emprendamos un viaje a nuestro interior, y dejémonos sorprender por aquello que acontece en ese instante, sin prejuicio, sin moral alguna, sin limites...

Reconócete en cada persona, más allá de su apariencia, te guste o no, somos un espejo. Su reflejo te mostrará lo que aceptas y lo que rechazas de ti mismo. No escuches su voz, es tu "ego" quien está hablándote.

Difícil tarea, quizás bella en sus palabras, pero compleja a la practica, en un mundo que se no va de las manos... Pero no está en mí, ni en aquel, ni en el otro, justamente está en tus manos construir un mundo mejor, un mundo para ser feliz a cuentagotas, porque el exceso de felicidad es la fiebre de nuestra ilusión equivocada, porque la felicidad no existe, es efímera.

Sonríele a la vida, agradece, equivócate, date permiso.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Sin querer

Leo en tus manos que estas buscando una salida, una salida a mi contagiada alegría que sin querer ha desvestido tus deseos, aquellos que solo muestras en la intimidad.

Pero aunque evitas que se crucen nuestros ojos, ya he visto, sin querer, tu descuidado desván, y ahora que lo he visto, ya no me tendrás más tiempo ahí, encerrado contigo.

No te escapes, ya va siendo hora de que digas lo que sientes, tu aun puedes susurrarme en el oído un te quiero, pero yo solo puedo conformarme con palabras escritas, mientras sin querer, el olvido se marcha contigo una vez mas.