miércoles, 6 de enero de 2010

Palpitando


No fueron sus gestos, ni sus delicadas manos las que dibujaban caricias en su corazón, quizás fue su alma que despistada vio una luz en su mirada...


Palabras que abrigan con encanto de sentirse acompañado en la escarpada laguna de los sentimientos, turbado en medio de la nada se mudaron sus sueños, y en las huellas de un pasado se quedaron vacíos los delgados segundos que trotaron al compás añejo del tiempo...


Y en el candor sonoro halló furtivo un presagio en el tropiezo de antojarse versátil, reforzando la pasión que amarraba su temor de arrancarse la tortura que trenzada se zurció bajo la piel, cauteloso, meditando, explorando la emoción de sentirse vivo...


Se agotó el silencio en su interior, asombrado, palpitando en la quimera y plácida utopía del presente.

3 comentarios:

Laura Mequinenza dijo...

Me encanta lo de "la tortura que trenzada se zurció bajo la piel" ... a ver si vienes un día a madrid a deleitarnos con tus palabras. Besos amore

Giovanni dijo...

jeje, cuando el tiempo y la distáncia no sea un pasatiempos de nuestro y siempre querido destino... un beso amore!

lauramequinenza.com dijo...

:) Una vez me dijiste ¿Nos volveremos a ver?

Yo me confio al destino y sé que nos volveremos a ver, lo sé.

Besos amore, y sigue escribiendo, que cada día lo haces mejor... y amando porque "esta vida es aquello que pasa mientras nos empeñamos en hacer otras cosas"

Ten un buen día :)