
He descubierto a mi alma reflejada entre la piel que parpadea incesante detrás de tus pupilas. Y allí entreabierta una puerta de amor me ha iluminado y abrazado al universo he contemplado.
Y en silencio, callado, escuché a mi yo absoluto, sin miedo, sin juzgar, sin pensar...
Y eterno el tiempo se fugó en la oscuridad, despertó mi conciencia bañada en arco iris.
Hoy el día es siempre brillando a cada segundo que pasa de largo...
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