sábado, 22 de enero de 2011

Giros

Que difícil es entender a los demás cuando no se entiende ni uno mismo... Hablas con rencor y de tu boca salen disparadas las palabras como balas, directas al corazón, pero tengo la suerte de esquivarlas... Demasiado amor para fundirme en tanto engaño, demasiado tiempo escuchando para sentirme culpable, hoy no... Has envenenado al ego entre tanta falsedad, y ya no me quedan fuerzas para creer en tu religión.
La vida me ha cambiado en improvisados giros, días soleados y de grandes tormentas han dejado mis sueños aparcados. Y en algún lugar mecerían sombríos los pensamientos que me trajeron de vuelta a la chispeante realidad que sacia de verdad en esta proyección de luz que me regala la vida.

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