Soñé que iba en un tren, un tren que volaba, y volé..., volé hasta los cielos que tus ojos pintaban, y ante mí apareciste.
Te observé de cerca, y de lejos te vi, parecida a la imagen de un pasado que arrasó con los años, y difusa se perdió embriagada entre la luz de la luna.
El sol despertó entre maullidos que arañaban la mañana bajo la ventana...
y tímida tu sombra se acercó a mí, persiguiéndome tus dedos se enredaron con mis manos, y atrapada mi alma se enganchó a ti.
Un pianista diseñó un vestido a tus poemas, y con su música soñé que iba en un tren, un tren que volaba, y volé..., volé hasta los cielos que mis ojos pintaban y ante mí, fue robada tu alma.
2 comentarios:
Ya te vale robador de almas...
mira que te gusta eh???
Ei hermano esta esperando yo esta entrada tuya :) aunque sabes difuminarla muy bien con tus palabras un abrazo
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