miércoles, 20 de agosto de 2008

Tocado y hundido


Un nudo que atraviesa mi garganta se estremece en mi cuello sin dejarme respirar...
Una ira que despierta silenciosa amenazando en cólera atraviesa mi pecho, de mi interior un grito se desgarra inundando las paredes de mi habitación.
Un color cálido ambienta el espacio en el que me encuentro degradando los celos que renacieron del recuerdo de aquel dolor que yace en lo mas hondo de mi corazón.
Me encuentro en calma, me despido de esa emoción que se adentró en mi para purgar las ultimas gotas de amor que engañosas se adueñaron de mi ocupando parte de mi nuevo mundo.

No hay comentarios: