sábado, 20 de marzo de 2010

El uniforme


Viajo acompañado invariablemente percibiendo la sequedad del tiempo, y en ese parón, es en la soledad cuando sacio de sed cada segundo que llega, después sigo consciente el boceto imaginario que diseña el despertar de "mi" piel...


Por lavar quedaron las viejas prendas que ciñeron presa al alma, atrás dejé gastado el uniforme y quizás por el camino encuentre nuevas telas con las que cubrirme...


No soy "yo" quien sentado espera, viajar en ese cuerpo, a través de los sentidos y en esa búsqueda descubrir que nada es lo que parece, resultando un desafío, parece sorprenderme la vida...

2 comentarios:

Longinus dijo...

Debe ser que aún estoy con la borrachera que me dejó ayer Avatar (sí, tarde, pero al fin xD) pero tu texto me la ha recordado en cierta forma.

Lo de que el cuerpo no es más que un contenedor nunca fue más cierto...

Giovanni dijo...

Yeeeah! si, un medio de transporte, para así poder viajar a lo mas profundo e intimo del ser! ;)