Un Mar de Palabras

Hoy amanecí con la mirada puesta en un cielo gris que cubría la ciudad, esperando un desafío insostenible entre un sol abrumado y las grandes nubes que dejaban mi día perdido, con la ilusión de reencontrarme con mi prima y disfrutar de un poco de sol en la playa y hablar de la vida.

La ilusión nos regalo un día de verano y las quemaduras en nuestra piel sonrojada el premio por un bronceado deseado en avaricia.

Entre las olas del mar se acercaron nuestros recuerdos y palabras que se llevó el viento complice de una bella amistad que cuidamos con cariño, presencio la sinceridad compartida que juntos confesamos a un horizonte infinito.

Olas que viene y van, esa es la verdadera amistad, lejos, cerca. Ese contacto que nos une hoy, ahora, aquí o allí no detendrá la confianza y la ternura de saber que aunque hayan siete mares siempre habrá uno donde llenar un mar de palabras...