jueves, 5 de noviembre de 2009

Viento de Otoño


No supe decir que no, me adentré y arriesgue a dejar que la vida me sorprendiera...

Motivado por la idea de arrancar ideologías de una mente alimentada por el recuerdo de un pasado...


Y sin más decidí verla junto a ella, y los tres, caminamos por las oscuras calles iluminados por la emoción de un no se que, que despertaba en silencio nuestra alma.


Me acostumbré a verlas, cogidas de la mano...le sonreí al "orgullo" y "entendí" cuan fácil es dejar que las cosas de frente se vean mejor que a la distancia...


En la danza del viento, purgamos en el tribal de los bailes, un amor que por segundos se encendía y por las dudas, despedimos nuestros cuerpos abrazados, y en ese instante se fundió su alma con la mía, dejando atrás la convicción y con el viento de otoño alejé la confusión acompañado por la soledad, estando aquí&ahora...

3 comentarios:

Longinus dijo...

Increible lo bien que has escogido las palabras. Me quito el sombrero!

Marta Simonet dijo...

Aquí y ahora,es lo realmente importante.



SALUDOS

Laura Mequinenza dijo...

Entre tú y yo, el otoño, siempre el otoño viene como aire fresco y nos mece por nuestros senderos.

A tu imagen siempre uno una hoja seca que cae de un árbol, como caían en Barcelona cuando apenas te conocía, como aquellas que crujían bajos los pies una tarde de algún año en algún rincón del Retiro, como aquellas que nos llevaron a un lugar mágico de cuento, como aquellas que huían de pájaros oscuros o éstas que no dejan, a pesar de los años de reencontrarnos en un escenario u otro.